EL ORIGEN DEL ARCOÍRIS

Publicado: 7 de marzo de 2016 en En primera persona

Hace casi tres años que este blog no tenía una nueva entrada, básicamente por la dedicación que había dado al desarrollo de mi trabajo; pero dado que recientemente mi carga laboral ha cambiado, el retomar las publicaciones se volvió una necesidad nuevamente. sin embargo, la entrada del día de hoy no es de mi autoría; para el reinicio he pedido a mi hija Daniela que me permita compartir con todos ustedes un «mito» creado por ella para su clase de Español y Literatura, el cual espero les guste tanto como a mi.

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Esta foto tambien es autoría de mi hija Dany

Era un pájaro, solo eso, volaba libre por donde quisiera: Paris, Roma, Nueva York, Londres, Rusia, Irlanda, Argentina, etc. Él era feliz, sin preocupaciones, sin depender de nadie ni que nadie dependiera de él.
Le encantaba cantar, todos los días en la mañana se ponía en la tarea para embellecer el mundo.

Un día, pasando por China, se encontró con una pajarita, hermosa y muy elegante. Se enamoró al instante. Aunque ella no lo había visto él se acercó a ella. Al verla más de cerca se dio cuenta que ella carecía de alas y estaba llorando. El pájaro, al ver tanto dolor, se mantuvo a su lado días y noches, sol y lluvia estuvo con ella. Pero ella nunca le dirigió la palabra ni dejo de llorar. El pájaro estaba bastante preocupado y se decidió a formular un plan para hacer a su pequeña compañera feliz, para hacerla volar.
Trasnocho exactamente 10 días seguidos buscando una solución y finalmente tomo su decisión; le regalaría sus alas.

Cuando volvió a donde se hallaba la pajarita ella ya no se encontraba, había desaparecido. Al darse la vuelta para regresar vio una figura dando extrañas vueltas y cayendo de vez en cuando. Al enfocar la mirada se dio cuenta que era ella, con unas alas diminutas, intentando volar. Al segundo esta se desplomo y cayó en un montículo de hojas. El pájaro corrió a su encuentro y la ayudo a salir del montón de hojas.

Finalmente le hablo y le dijo su plan de darle sus alas. Ella instintivamente rechazo la oferta, diciendo que ya no había esperanza ni salvación para ella. Sin pedir permiso el pájaro instantáneamente la cogió suavemente por la espalda y echo a volar. Ella no dijo nada, se quedó hecha piedra, pero después se relajó, estiro sus diminutas alas y cerro ojos.
Acto seguido empezó a llover. Se supone que el pájaro no puede volar en la lluvia puesto que se le mojan las alas pero, ¿desde cuándo seguimos la lógica? De repente los dos pequeños pájaros se sintieron tan felizmente libres que se abrazaron y su fusionaron creando un haz de luz totalmente colorido cayendo en una especie de arco.

Desde entonces cada vez que llueve y hace sol los pequeños pájaros deciden dar un corto paseo.


¿Los autos deben defenderse?Es muy reconfortante la genialidad de la pequeña Mafalda (que es, por supuesto, el agudo criterio de su creador, Quino) quien nos hace reflexionar sabiamente sobre las prioridades de la vida urbana. Dentro de este contexto no puede evitar nuestra grandiosa pensadora dejar de lado el componente del tránsito y la exagerada prioridad que hemos dado históricamente al vehículo automotor.

Hemos olvidado por completo que somos nosotros, los usuarios, quienes realmente importamos, y recuperar ese espacio que debería ser prioritario para el peatón es una difícil tarea que algunos profesionales, y no pocas autoridades, hemos decidido adelantar en los últimos años, no sin encontrarnos con muchas dificultades, entre ellas, la de entender que la responsabilidad de la conducción es principalmente de quien tiene el mando sobre el vehículo (conductor, motociclista o ciclista) y no solo de las señales, la infraestructura o de los demás.Lo que realmente importa, es quien y como maneja el auto

El automóvil es necesario para el desarrollo social de las poblaciones, pero no debe ser el eje sobre el cual se establezcan los lineamientos de la vida urbana. La prioridad de la infraestructura vial no debe ser únicamente para el automotor; el peatón y la bicicleta también merecen un adecuado espacio para su circulación y conexión entre los orígenes y destinos que le son afines, y esos elementos (andenes y ciclorrutas) también son infraestructura vial.

Cierro esta corta entrada con una par de citas que me parecen muy apropiadas para definir el ejercicio de mi profesión.

«El tráfico, al igual que Dios, el fútbol y la política, pertenece a ese selecto grupo de temas sobre los cuales cualquiera, cuando la inspiración lo embarga, siente que puede hablar con autoridad y convicción» – Gerald Wilde, Target Risk (1988)

Y Albert Einstein dijo, “… lo malo no es solo que haya accidentes de tránsito, sino lo poco que sabemos de por qué se producen, y lo poco que hacemos por evitarlos

 


Estoy convencido que la vocación de un sistema de control de tránsito debe enfocarse en «el servicio» que presta a todos los usuarios de la infraestructura vial, antes que en los elementos que lo conforman y en las relaciones entre dichos elementos, sin olvidar que la tendencia mundial hoy apunta al apoyo y preferencia por los medios no motorizados y la priorización del transporte público masivo.

Es indudable que en todas las ciudades del mundo el sistema de control de tráfico por excelencia es El Semáforo, que no es otra cosa que un dispositivo de señalización mediante el cual se regula la circulación de vehículos, bicicletas y/o peatones en intersecciones, asignando el derecho de paso o prelación de cada flujo de manera secuencial por medio de indicaciones de luces de color rojo, amarillo y verde, operadas por una unidad electrónica de control.

Estos elementos ejercen una profunda influencia sobre el flujo del tránsito, por lo que resulta de vital importancia que la selección y uso de tan importante artefacto de regulación sea precedido de un estudio exhaustivo del sitio y de las condiciones propias del tránsito.

Sin embargo un sistema de control semafórico es mucho más que ese elemento luminoso que todos vemos en la calle y que en algunas ciudades es completamente ignorado; ese es solo el más visible de los componentes de un complejo y delicado sistema que está conformado por semáforos, postes, cables (eléctrico, telefónico y/o fibra óptica), detectores, ductos o canalizaciones, computadores, soportes de energía autónomos, entre otros.

Componentes de un sistema de control semafórico

Componentes de un sistema de control semafórico

Todos estos componentes físicos pueden conformar (y digo pueden porque en muchas ciudades no existe esta configuración a pesar de tener intersecciones semaforizadas) los denominados sistemas centralizados de control de tránsito. Es de mencionar que estos sistemas centralizados (o semáforos inteligentes como los denominan comúnmente) dependen principalmente de la compatibilidad entre los componentes ya mencionados, la cual está definida básicamente por los protocolos de comunicaciones. En este tema las diferentes municipalidades quieren tener protocolos abiertos pero este es un concepto muy tergiversado; los protocolos de comunicaciones siguen dos tendencias principales la Norteamericana y la Europea y ninguno de los que conozco es abierto, solo son conocidos (desarrollados) por varios proveedores y a eso es a lo que llaman abierto.

Y menciono el tema de “semáforos inteligentes” porque parece estar de moda en muchas ciudades latinoamericanas la tendencia de modernizar sus actuales sistemas de control semafórico, y en muchos casos, los encargados de estructurar dicha modernización no se han percatado que en la selección de un nuevo sistema habrá “proveedores de semáforos” que posiblemente no sean compatibles con el protocolo de comunicaciones definido (si es que se ha definido alguno), y éstos siempre buscarán la forma de «tumbar» el proceso, especialmente si es mediante licitación pública.

Otro aspecto fundamental que se olvida al momento de considerar una actualización en el sistema de control semafórico es el diagnóstico y caracterización de lo que se tiene instalado en la ciudad, es decir, se quiere modernizar pero no se conoce con certeza lo que existe y opera en la actualidad, simplemente se le considera obsoleto e inservible, pero ¿se ha hecho el análisis de cuánto cuesta eliminar lo que se tiene? O por lo menos, ¿se ha establecido cuales de los elementos existentes se pueden recuperar?, por lo menos algunos de los postes y de los semáforos pueden seguir operando con un nuevo sistema, pero para saberlo debe haber una evaluación.

De igual o mayor relevancia es considerar y garantizar la transferencia de la tecnología del nuevo proveedor hacia los encargados del sistema mediante un detallado y completo esquema de capacitaciones que permita enseñarles el manejo del software y el mantenimiento básico de los equipos, además de definir claramente protocolos de prueba, aceptación y recibo para los diferentes elementos que se instalen y conformen el nuevo sistema. Insisto que no se deben comprar equipos nada más, éstos deben entregarse instalados y operando.

Tampoco puede dejarse de lado la estructuración de un esquema de mantenimiento, suministro de repuestos y soporte técnico para el sistema instalado, de forma tal que la ciudad tenga tranquilidad en la operación del sistema durante varios años, el cual dicho sea de paso, puede conceptualizarse como la base de una Sistema de Tráfico Inteligente que aglutine varios de los componentes de control de tráfico deseados por una ciudad moderna (tráfico actuado para priorización, control de infracciones mediante cámaras, control de estacionamiento en vía, cobro por congestión en zonas urbanas, monitoreo de condiciones ambientales, integración con sistemas de monitoreo y operación de transporte masivo), y para el que se defina una implementación escalar en función de los recursos y las posibilidades de la ciudad.

Basándome en la consideración final de mi entrada “Sistemas Inteligentes de Transporte”, en donde afirmé que no hay sistemas inteligentes, al menos en lo que al control y operación del tránsito y el transporte se refiere, simplemente deben existir profesionales capacitados, y esos sí inteligentes, que se encarguen de estudiar, planear, implementar, monitorear, mantener y actualizar los sistemas de transporte, por lo anterior es que considero necesario que toda modernización de un sistema de control de tráfico debe comenzar por verificar y definir un grupo profesional que se encargue de por lo menos las siguientes áreas:

Operaciones: encargada de la operación directa del sistema, el control en línea de las intersecciones y del mantenimiento de los componentes de la planta externa e interna (equipos de control, postes, semáforos, cable, cámaras). Este grupo de trabajo deberá contar con Ingenieros Electricistas, Electrónicos, Operadores de Sala de Control y Técnicos de Construcciones Civiles, Eléctricos y Electrónicos.

Planeación: se encargará de establecer las acciones puntuales relacionadas con el desarrollo del sistema, en concordancia con las políticas y objetivos de la administración municipal, en lo relativo a proyectos de expansión, desarrollo y actualización de tecnología, programas de ejecución presupuestal y al estudio y diseño de intersecciones semaforizadas (existentes y nuevas).

Programación: a cargo del diseño, evaluación, implementación y optimización de los programas de señalización en las intersecciones semaforizadas, la cual contará con especialistas en ingeniería de tránsito.

Todas estas áreas de trabajo deberán conocer, en mayor o menor medida, los criterios y elementos básicos que determinan el diseño de las intersecciones semaforizadas, como por ejemplo que los postes se deben ubicar en función de la geometría de zona de conflicto (conformada por la intersección), de manera tal que se garantice una adecuada distancia para la visualización de los semáforos por parte de los conductores, ciclistas y peatones.

En este sentido existen dos opciones: colocar los semáforos vehiculares antes de la intersección, como en la primera imagen de esta entrada (se recomienda a no menos de 4 metros de la línea de pare de la zona peatonal), o instalarlos después de la misma, como en la siguiente figura. Las dos formas ofrecen ventajas y desventajas en la operación, de las cuales hablaré en una próxima entrada, pero lo importante es tener claro que cualquiera que sea el esquema de instalación definido, éste no puede apartarse de la necesidad de estar acorde con la infraestructura para vehículos a motor, peatones y ciclistas, de la demarcación horizontal y de las condiciones de movilidad que impone el entorno en el cual está inmersa la intersección semaforizada (patrones de viaje de los diferentes usuarios a través de la intersección).

Elementos en una intersección semaforizada

Elementos en una intersección semaforizada


El 1° de octubre Jim Walker (Director Walk 21), Adriana Lobo (Directora Ejecutiva CTS EMBARQ México) y Martha Delgado P. (Secretaria de Medio Ambiente del DF) cortaron la cinta inaugural del VIII CITS / Walk 21

Gracias al apoyo del Laboratorio de Transporte y Sistemas Territoriales del Instituto de Ingeniería de la UNAM y especialmente del Ing. Francisco Granados, tuve la oportunidad de asistir durante la primera semana de octubre al VIII Congreso de Transporte Sustentable organizado por CTS_EMBARQ México, el cual integró las actividades y presentaciones de Walk 21, Organización No Gubernamental de origen inglés que impulsa temas en beneficio de la movilidad peatonal.

Este año la cita fue en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en donde apoyados por la infraestructura pública existente (MetroBús, Metro, Ecobici y zonas peatonales) se planteó el objetivo de inculcar o reforzar en los asistentes las bondades de utilizar los medios de transporte público y no motorizado.

Durante los cuatro días del evento los asistentes tuvimos la oportunidad de escuchar hablar sobre temas de movilidad sustentable, transporte público, reforma urbana, peatones y seguridad vial fundamentalmente, a través de conferencias magistrales, plenarias, talleres y sesiones de presentaciones individuales de investigadores y consultores. De todos los temas abordados, las siguientes reflexiones llamaron mi atención.

«Creando Calles Sustentables» – Janette Sadik – Khan, Comisionada del Departamento de Transporte de Nueva York

  • La implementación de nuevas políticas e iniciativas gubernamentales permitieron que los habitantes de Nueva York se bajaran del automóvil y compartieran los espacios públicos recuperados
  • Los sistemas de transporte urbano deben ser capaces de absorber el crecimiento de la ciudad, sin tener impactos negativos en la movilidad
  • La infraestructura vial es un recurso público valioso sobre la cual se debe priorizar el transporte público y cuyo uso debe ser actualizado en función del ciudadano «de a pie»
  • Cambiar vías vehiculares por vías peatonales y espacios públicos para el encuentro y disfrute ciudadano, es una modificación al espacio público que genera un tipo usuario que posiblemente antes no existía o no era visible
  • Se deben involucrar a los comerciantes relacionados directamente con las áreas urbanas modificadas. Los consumidores que caminan frente a los negocios consumen más que aquellos que pasan dentro del auto o el transporte público
  • Todos los cambios, y sus resultados, deben documentarse y convertirse en guías metodológicas o manuales de diseño que permitan divulgar y estandarizar las mejoras

«Reforma Urbana» – Adriana Lobo, Directora Ejecutiva CTS EMBARQ México

  • El 80 % de los mexicanos vive en zonas urbanas que tienen características 3D, son Distantes, Desconectadas y Dispersas
  • Podrían agregarse otras «D» a estas características, Desoladas, Deshabitadas y Deterioradas, si se observa la tendencia de abandono de nuevas unidades de vivienda en las zonas periféricas de las zonas urbanas, las cuales no tienen conexión ni acceso a servicios básicos
  • Se ha hecho evidente que el crecimiento urbano mexicano es un conjunto desconectado de fracciones, construidas por diferentes desarrolladores de forma independiente y en función de intereses particulares
  • Retomando el precepto de Jaime Lerner, «las ciudades no deben ser el problema, deben ser solución», es importante reconocer que el cambio es posible y lograr ciudades más prosperas a través de nuevas políticas de Reforma Urbana

«Diseño Intersecciones Seguras» – Taller impartido por Michael King

  • La mitad de la solución está en definir adecuadamente el problema
  • El diseño debe considerar todos los modos de transporte  e identificarlos en diagramas de operación
  • Es necesario identificar las barreras físicas y temporales que tienen los flujos de peatones a través de la infraestructura, definiendo las áreas de alcance en función de los desplazamientos (isócronas)
  • El mayor conflicto vehículo – peatón se da cuando los primeros giran a la derecha en las intersecciones
  • No debe perderse de vista que las trayectorias peatonales son más flexibles que las vehiculares, por lo que los primeros pueden moverse a través de zonas como alamedas o senderos (poco identificados en mapas)
  • Hay que tomar en cuenta todas las conexiones existentes y accesibles a los flujos peatonales, sin olvidar los usuarios de capacidades diferentes
  • Considerar la «limpieza» dentro de visual de peatón. Se requieren áreas libres de obstáculos visuales dentro de las líneas de deseo del peatón
  • Los pasos peatonales deben estar iluminados para hacerlos visibles al conductor en horas nocturnas
  • El diseño debe procurar zonas de conflicto compactas dentro de las intersecciones, con distancias cortas para recorridos peatonales y canalización de giros vehiculares

Sesiones Walk 21 – Experiencias exitosas en movilidad no motorizada

Durante tres días varios grupos de académicos, investigadores y consultores presentaron casos de estudio y de éxito relacionados con el diseño, implantación y operación de infraestructura dedicada a la movilidad no motorizada. Los siguientes ejemplos de ciudades europeas pueden dar una línea de acción y eventualmente constituirse como ejemplos a seguir, sin embargo hay que considerar las escalas respecto a nuestras ciudades y las necesidades de conexión entre centros generadores y atractores.

  • Copenhague – Dinamarca (500,000 hab), es tal vez el mejor ejemplo a seguir en políticas de movilidad no motorizada; busca incrementar su actual porcentaje de viandantes en un 20% para el 2015
  • Ginebra, Suiza (200,000 hab), ofrece muy buenas zonas peatonales y fomenta la caminata como medio de transporte al trabajo. Ofrece un mapa de vías accesibles a pie que une toda la ciudad, identificando sitios relevantes y los tiempos de conexión mediante la caminata
  • Estrasburgo – Francia (270,000 hab) el 30% de su población camina de modo frecuente, no solo ofrece áreas peatonales que están interconectadas sino que éstas se constituyen en centros urbanos y comerciales que facilitan y permiten el intercambio con el transporte público
  • Ghent – Bélgica (240,000 hab) el 17% de los viajes se hacen a pie; es una ciudad poco densa pero con voluntad política para sacar al auto de la zona centro y mejorar las condiciones de conexión a través de la caminata
  • Hay que recordar que los espacios peatonales no solo deben servir para «pasar», adicionalmente deben ofrecer al ciudadano un espacio para «estar», disfrutar y apropiarse de su entorno
  • Se hacen necesarios los espacios de transición entre las zonas públicas y las privadas

«BRT, la crisis del éxito» – Panel de Expertos Luis Gutiérrez, EMBARQ • Darío Hidalgo, EMBARQ • Juan Tapia, Centro de Investigación y de Asesoría del Transporte Terrestre (CIDATT) Perú • Yorgos Voukas, Laboratorio de Investigación en el Transporte (TRL) • Ashwin Prabhu ,EMBARQ India • Guillermo Calderón, Metrobús • Fernando Tehuintle, Dirección de Movilidad de León, Guanajuato • Fernando Páez, CTS EMBARQ México/Ex Gerente de Transmilenio • Ángel Molinero, USTRAN •Moderador: Ricardo Montezuma, Fundación Ciudad Humana

  • En comparación con los sistemas de transporte masivo tipo metro, el BRT logra implantaciones más rápidas, menos costosas y de mayor impacto
  • El éxito de los sistemas BRT podría explicarse en la calidad del servicio ofrecido y la satisfacción del usuario, aspectos logrados con la generación de externalidades positivas para la calidad de vida de la ciudad
  • El paradigma supuesto de que la tarifa de un sistema BRT puede sostener el servicio es totalmente falso, esta condición no es posible; pero entonces ¿como lograr un equilibrio financiero? una posibilidad es el subsidio de tarifas mediante esquemas diferenciados en función del tipo de usuario
  • Dentro de los problemas identificados en los actuales sistemas BRT podemos mencionar:
  1. Esquemas de implantación apresurada
  2. Planeación financiera sin márgenes de maniobra (No hay subsidio operacional)
  3. Niveles de ocupación elevados que generan baja calidad del servicio (en ocasiones hay restricciones financieras para ampliar flota – infraestructura)
  4. Deterioro temprano de la infraestructura
  5. Demoras en la implantación de los componentes tecnológicos (recaudo y control principalmente)
  6. Insuficiente educación en los usuarios para la operación de estaciones (ascensos / descensos)
  7. Alta visibilidad de los accidentes (opinión pública negativa)
  • Se deben reformular los estándares de calidad bajo los cuales se miden y evalúan los sistemas BRT, o la calificación a ellos otorgada, orientándolos un poco más desde la visión del usuario y no tanto desde el punto de vista técnico (considerar u otorgar más peso a elementos como: frecuencia, accesibilidad, conectividad, comodidad, rapidez)
  • Como ejemplo de lo anterior, ¿Se podría establecer como capacidad máxima de los buses biarticulados un valor de 120 pasajeros?, es cierto que caben 160 y hasta más, pero ¿es esto cómodo para el usuario?
  • El usuario del transporte público es diverso y como tal debemos reconocerlo y sobre todo escucharlo ¿qué espera el usuario del sistema?


En complemento a lo expuesto en mis últimas tres entradas, no puedo dejar de comentar las novedades en el tema de movilidad dentro de la UNAM.

El pasado lunes 23 de julio se reiniciaron las actividades administrativas en la UNAM, después del receso de vacaciones, y cual no sería mi sorpresa, ¡grata sorpresa!, el observar los resultados de las labores de mantenimiento en el campus, que dicho sea de paso siempre se realizan en las épocas de receso. Me quiero referir concretamente a las adecuaciones realizadas a los tres pasos peatonales que se ubican en el muro perimetral del campus en el denominado Paseo de Las Facultades, cerca de las facultades de Medicina, Odontología y Economía (aunque en esta última se amplió la entrada que no cuenta con el control del semáforo ni en donde tampoco se detiene el PumaBús), las cuales quiero evidenciar con éstas imágenes que presentan el antes y el después.

El cambio y la mejora en las condiciones de capacidad y visibilidad (y por ende en seguridad para el peatón) son evidentes, aunque me parece que la ampliación podría haber sido de un par de metros más para generar un adecuado espacio de espera para el usuario del PumaBús. Las mejoras son sustanciales, dado que se amplió la zona de paso a través del muro y se eliminó la zona que anteriormente ocupaban algunas ventas ambulantes (ojalá y respeten el nuevo espacio), lo que genera una zona de circulación peatonal mas agradable y funcional que la que existía.

Desde este espacio mi gratitud a las autoridades universitarias y a los responsables de esta implementación (sugerida hace algún tiempo ya), que ofrece condiciones seguras y más dignas a la comunidad académica de la UNAM.